Las rosas, muy probablemente la primera flor que se te viene a la cabeza cuando piensas en flores, la misma flor que asociamos con amor, pasión y san valentín. Una flor sumamente icónica y enigmática.
Teniendo más de 100 especies diferentes, todas y cada una de ellas con una característica por igual; provienen de un rosal, mismo que les otorga el nombre en genero de “rosáceas”.
Las rosas tienen un peso muy importante dentro de la cultura mexicana, haciéndolas las flores más utilizadas para dar y demostrar afecto en forma de presente.
Las rosas simbolizan ternura, belleza, feminidad, amor, fuego, pasión y juventud. Al regalar una rosa estamos regalando un sentimiento muy sincero, que no necesariamente tiene que ser amoroso siempre, regalar rosas demuestra entre todo nuestras buenas intenciones con la persona que las recibe. Sin embargo, también son la flor que por excelencia los enamorados regalan entre sí, y no es para menos, pues al tener esa connotación de amor, pasión y fuego, parecen ser la flor ideal para regalar a esa persona especial en tu vida.
Cuando recibimos un ramo de rosas o un arreglo floral de rosas siempre queremos que este se mantenga con nosotros por el mayor tiempo posible, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿cómo puedo conservar más las rosas que me regalaron? todos sabemos que las flores necesitan agua pero no es lo único que puedes hacer para extender la vida de tus ramos y arreglos, a continuación te compartimos una serie de tips que te pueden ayudar a conservar tus rosas el mayor tiempo posible.
1. Limpia los pétalos.
Las rosas se componen de dos tipos de pétalos, dentro de estos se encuentran los pétalos guardianes y como su nombre lo indica son aquellos que protegen a los demás pétalos de dañarse, puedes identificar este tipo de pétalos porque suelen tener un aspecto más áspero y amarillezco que los demás. No siempre tienes que retirar estos pétalos.Ahora, las rosas son flores muy sensibles, por lo que incluso con el tacto de los dedos son propensas a lastimar sus pétalos, es por ello, que con el paso de los días es probable que algunos pétalos comiencen a dañarse, por lo que te recomendamos quitarlos para evitar que estos sigan absorbiendo los nutrientes de otros pétalos y además para que tus rosas sigan teniendo ese aspecto esplendoroso que tanto nos gusta.
2. ¡Ponlas en agua!
Probablemente al recibir rosas es lo primero que hacemos, pero no siempre lo hacemos de la forma correcta. Al recibir tu ramo de rosas es importante que lo sumerjas en un recipiente que pueda cubrir el 100% de los tallos de tu ramo, déjalo reposar así durante dos horas. Después puedes moverlo al florero u recipiente en el que tu ramo adornará tu espacio, es importante llenar este florero de agua hasta el atado y evitar que esta agua sumerja las hojas, pues lo que puede provocar es que tus rosas se pudran mucho más rápido, pues el agua criará bacterias que se expandirán por toda flor. Si recibiste un sobre conservante junto con tu ramo, échalo en el agua. Si ese no es el caso, agrega dos cucharadas de azúcar en el agua.
Te recomendamos cambiar el agua de tus rosas cada dos días.
Si recibiste un arreglo floral de rosas, es muy importante verter diariamente entre 2 y 4 vasos de agua (dependiendo el tamaño del arreglo) en el centro del diseño. Esto hará que el espuma floral continúe absorbiendo el agua y mantenga tu diseño floral hidratado.
3. Corta los tallos cada dos días.
Los tallos de las rosas funcionan como las cicatrices de la piel, con el paso de los días, estos se van cerrando por diversos factores, provocando que las rosas dejen de absorber el agua y los nutrientes necesarios para extender su vida, por ello es tan importante que cortemos sus tallos cada dos días. Para córtalos podemos utilizar cualquier cuchillo, es importante realizar el corte dos centímetros hacia arriba de forma diagonal, para que de esta forma nuestras rosas sigan absorbiendo toda el agua y nutrientes necesarios.
4. No las expongas al sol o a fuertes corrientes de aire.
Las rosas siempre deben ser tratadas como flores de interior, es importante que las coloquemos en lugares donde no reciban luz del sol de forma directa, también evitar que se expongan a temperaturas muy altas, fuertes corrientes de aire o ambientes demasiado secos.
Ahora que ya conoces todos estos tips, ¡aplícalos y compártenos los resultados!